Pese a que su parecido formal con el nombre Benito pueda inducir a la sospecha, la documentación oficial (desde 1501) no deja lugar a dudas en cuanto a que Benytomo es el enunciado original del antropónimo por el que se conoce a Bencomo, el más famoso de los menceyes de Tenerife.

La palatalización de la consonante dental, t /t/ > ch /ʧ/, tan recurrente en el habla de esta isla, dio como variante de pronunciación la forma Benchomo, que los castellanos interpretaron a menudo con el hábito latinizante de convertir la -ch- en -k-. Es el mismo caso de «Acaman» por Achaman o «acano» por achano, formulaciones ambas debidas al doctor Marín de Cubas (1694).

Entonces, ¿por qué aparece en la crónica de Pedro Gómez Escudero, redactada en torno a 1484, como Bencomo? Porque lo que tenemos de este autor no es el manuscrito, sino una copia que se retrasa hasta 1682-1686.

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