Estados nominales

En amaziq, el nombre admite dos estados, libre y de anexión, que se expresan por medio de los afijos siguientes:

(a) Estado libre

– m. sing.: a, e, ă, ə / pl.: i, e
– f. sing.: ta, te, tă, tə / pl.: ti, te

(b) Estado de anexión

– m. sing.: u, wə, wă / pl.: yi, yə, ă, ø
– f. sing.: tă, tə / pl.: tə, t, tă

El estado libre (o absoluto) corresponde al nombre aislado, ajeno a las influencias del entorno sintáctico. Desempeña también la función del sujeto que precede al verbo, así como miembro principal en proposiciones nominales y verbales, y la de complemento aposicional o adverbial (Prasse 1974: 11).

El estado de anexión (o subordinado) es el régimen que adopta el nombre cuando se liga a la mayoría de las preposiciones o a un nombre de número cardinal, y también cuando actúa como complemento posesivo o complemento explicativo (sujeto pospuesto al verbo). El fenómeno afecta a la vocal inicial, que suele abreviarse (llegando incluso a desaparecer, como queda reseñado más arriba).

Dentro del estado de anexión, se observan dos situaciones: (a) una sintética y (b) otra analítica, diferenciadas por la (a) ausencia o (b) presencia de la preposición en el sintagma determinativo. Quizá con un ejemplo en castellano se entienda mejor: Cuesta Piedra (anexión sintética) / Cuesta de Piedra (anexión analítica). Pero esta flexibilidad se reserva casi siempre para los enunciados cuya definición o explicación del substantivo regente presenta género masculino y no tanto para el femenino.

Ejemplos:

(a) tămert (y)el ‘estación de las lluvias (invierno)’ o tămert ighayyan ‘estación de los primeros calores (primavera)’;
(b) tămert n təgrəst ‘estación del invierno’, donde, además, nótese que la vocal de estado del término femenino regido ha sido abreviada al estar precedido de la preposición: tagrəst > (n) təgrəst.