taro

taro. (De *taraw, s. f. sing. ‘cordaje’.)

*-aw > -o, por contracción.

1. m. Tf. desus. Armazón hecho con cuatro cuerdas pendientes del techo de la casa, que sirve de sostén a tres o cuatro andamios o cañizos sobrepuestos, que se usaban especialmente para curar los quesos.

FUENTES

§ «Taro, T[enerife], “Armazón hecha con cuatro cuerdas pendiente del techo de la casa”» [Bethencourt Alfonso (1880) 1991: 255].

§ «Alimento para doce lunas y doble semillas, depositados en los taros y aregüemes públicos; más un capital pecuario bastante a las necesidades de la nación, con una reserva usufructuada por la corona» [Bethencourt Alfonso (1911) 1994b: 237].

§ «Conforme a los acuerdos tomados, aportaban al Beñesmer las cantidades señaladas a los taros y aregüemes de los tagoros, para celebrar las telfas o banquetes nacionales durante los nueve días en que funcionaba la asamblea» [Bethencourt Alfonso (1911) 1994b: 238].

§ Cf. «Taro. Goro de piedras de forma cilíndrica para curar quesos» [Álvarez Rixo (1868) 1880: 62v].

§ Cf. «Taro, T[enerife], F[uerteventura], “Edificio de piedra seca, de forma conoidea, que recuerda los hornos de cal, de una sola puerta, destinada principalmente a curar y guardar el queso“» [Bethencourt Alfonso (1880) 1991: 253].

§ Cf. «Taro, s.m. Edificio redondo, lleno de lucernitas en contorno para ser bien ventilado, una sola puerta, su techo a modo de cimborrio remata en una perilla o crucita. El diámetro de éstos suele ser de 4 a 6 varas y alto proporcionado, los cuales están destinados para curar quesos en los cortijos de Lanzarote y Fuerteventura» [Álvarez Rixo (ca. 1880) 1992: 124].

§ Cf. «TARO – Casa redonda» [Castañeyra (ca. 1887) 1991: 95].

LEXEMA

R·W