dama
De *əddama, n. vb. m. sing. lit. ‘aprehensión, presa’, fig. ‘captura, captación’.
1. f. Juego de inteligencia que ejecutan dos adversarios (o dos equipos) sobre un reticulado cuadrangular o rectangular, atravesado generalmente por líneas ortogonales tanto verticales y horizontales como, a veces, también diagonales. Ambos contrincantes disponen de fichas diferenciadas para cada uno, en número que varía, según la modalidad de la que se trate, de 3 o 4 piezas a 12, 40 o incluso cerca de las 180 en las versiones más complejas. Similar al juego de damas, parece constituir su antecedente remoto (José M. Espinel Cejas).
2. f. LP. p. ext. Rayuela (juego).
§ «Hoy en día aun se emplea el término dama para denominar a este juego [la variante de 12 fichas] en la mayor parte del Archipiélago y norte de África. Y la expresión coloquial de nuestros mayores para indicar que se va a jugar una partida es: “echar una dama”» [Espinel y García-Talavera (1987) 2009: 79].
§ «Rayuela, juego habitualmente practicado por niñas, que consiste en sacar de varias divisiones trazadas en el suelo una piedra a la que se da con el pie, llevando el otro en el aire y cuidando de no pisar las rayas y de que la piedra no se detenga en ellas. sin.: ajedrez, caldereta, chibe, cortesía, gandonga, perrogato, piso, rayo, teja, tejerraya y tejo» [DDEC 1996: 443].
§ «Juegos en la Alameda / Los días de trabajo, por las tardes, en los bancos de piedra de la Alameda muchos niños dibujaban con tiza un cuadrado y sus aristas interiores; las fichas eran piedras. Se le llamaba juego de las damas, pero con un tablero muy peculiar» [Naranjo (n. 1950) 2003: 123].