tibicena

tibicena
De *tibərəkănah > tibizzăna > tibizzena, adj. f. pl.

*rk > rš /rʃ/ > šš /ʃʃ/ > zz, por fricatización. N. B. Según la costumbre, la pronunciación del enunciado original [B·R·K-n] se deforma para evitar la influencia nociva del concepto.
B·R·K·(N)

1. f. GC. ant. desus. Rel. Entidad maligna (demonio) que, según la tradición, se aparecía en forma de perro grande y de pelo espeso. Expr. t.: tibicene(s), tibicente, tibiçena(s), tibisena(s), tibizena(s). En m. sing.: abesan, abicen.

§ «Muchas ifrequentes Veses seles aparecía el demonío en forma de perro muí grande í lanudo de noche ídedía íenotras varías formas que llamaban Tíbíçenas» [Gómez Escudero (ca. 1484) 1934: 69r].

§ «[…] el qual [demonio] se les aparecía muchas veces, de noche y de dia como grandes perros lanudos, y en otras figuras, a los quales llamaban tibicenas» [Abreu (ca. 1590, II, 2) d. 1676: 39v].

§ «Tibisenas» [Abreu (ca. 1590) 1787: 34r].

§ «Tibicenes» [Marín 1694, II, 18: 74r].

§ Cf. «Fra questi Canari ui sono stati huomini in arme ualentissimi. L’uno de’quali si chiamo Atazaicate che uuol dire animoso e di gran cuore, ma per essere egli brutto dalle Donne era chiamato Atabicenen cioe seluaggio ò cane lanuto, percioche Tebicena in lingua loro dinota il cane» [Torriani (1590, XXX: 33r) 1940: 108].

§ Cf. «Arabisenen que quiere decir salvaje» [Abreu (ca. 1590, II, 8) d. 1676: 48r].

N. B. La insistencia del ingeniero italiano en la significación animal del término, ignorada por Abreu, forma parte de su intento por encontrar una traducción insular para el topónimo Canaria.