Achguayaxerax
De *hata-wayya-āhghər-agh(i) > atwayyahghäragh(i) > ačwayaghiragh(i), m. ‘he aquí el espíritu que (es) sustento (o soporte) del universo’.
*t > č /ʧ/, por palatalización. *āh > a, por contracción.
¶ ach – guaya – axir – ax.
1. m. Tf. ant. desus. Rel. Dios. Var. Achguaiaxerax, Achguayaxiraxi, Achguoyaxiraxi, Guaia herax, Guayagiraxi, Guayaxerax. Err. Acguayaxerax, Achguarergenan, Aguarerac, Achguayer xeran, Aguayarerar, Guararirari, Guaraxiraxi, Guarirari, Guaxagiraxi, Guayageraz, Guyaxiraxi, Yaguaia hiraji. Cf. Chaxiraxi; Xerax.
§ «Confessauano il uero Dio con questo nome Achguaiaxerax, et Ochoron Achaman, coiè sostentatore del Cielo et della terra; ancora il nomauano Achuhuran Achahucanac, cioè il grande, il sublime; et alla Nra. // Donna Chaxiraxi, et anco la chiamauano Armaxes guaiaxiraxi, che uuol dire la madre di colui che sostenta il mondo» [Torriani (1590, LI: 70v-71r) 1940: 166].
§ «Tenian un Dios, aquíen llamaban en su lengua Achguayer xeran Achoron, Achaman: que quíere decír en nuestro lenguage Sustentador de cielo, y tierra» [Abreu (ca. 1590, III, 11) d. 1676: 87v-88r].
§ «También lo llamaban [a Dios], Achuhuyahan, y Achuhucanac, y Acguayaxerax, que es decír el grande, el sublime, el que todo lo sustenta» [Abreu (ca. 1590: III, 11) d. 1676: 87v-88r].
§ «[…] y adoraban â Díos, â quien llamaban Guaraxíraxí. y â Santa Maria despues que les aparecío la llamaban Chaxíraxí. Y es de notar, que Guayaxíraxí, quiere decír, el que tíene al mundo. Y Chaxíraxí, quiere decír, la que carga al que tíene al mundo. Y por otro nombre llamaron a Santa María Atmayceguayaxíraxí, que quíere decír, La madre del que carga al mundo» [Abreu (ca. 1590, III, 13) d. 1676: 90r].
§ «Y aunque conocian auer Dios, al qual nombrauan por diuersos nõbres y apellidos, como ſon Achuhurahan, Achahucanac, Achguayaxerax, que quiere dezir el grande, el ſublime, el que todo lo ſuſtenta, no tenian ritos algunos, ni ceremonias, ni palabras con que lo veneraſſen» [Espinosa (1594, I, 4: 17r].
§ «El conocimiento que los naturales Guanches tenian de Dios era tan confuſo, que ſolo conocian auerlo: conociendo y alcançando auer vn hazedor y ſuſtentador del mundo (que lo llamauan como dicho tengo, Achguayaxerax, Achorom, Achaman, ſuſtentador de cielo y tierra)» [Espinosa 1594, I, 5: 17v].
§ «[…] porque eſta es (diziendolo en ſu propio lenguaje) Achmayex, guayaxerax, achoron, achaman. La madre del ſuſtentador del cielo y tierra y por tanto es Reyna de uno y otro» [Espinosa 1594, II, 7: 42v].
§ «Tambien los inſtruyan con cuydado / En el conocimiento de la muerte / Y en el amor que ſobre todas coſas, / Con reſpecto, y temor tener deuian / Al gran Guayaxerax criador immenſo, / Dandole en los trabajos con paciencia / Gracias, y en los deſcanſos alabanças» [Viana 1604, I: 12v].
§ «Guaía herax» [Cedeño (ca. 1490) 1934: 17v].
§ «havia otro Senor que governaba el mundo, y las cosas sublunares llaman Yaguaia hiraji; compuesto de guaia que significa espiritu, y hiregi, Cielo» [Marín 1694, II, 20: 82r].
N. B. Para el conjunto de las fuentes coloniales, la idea de una divinidad que sostiene su creación ocuparía un rango central en las creencias isleñas, más allá del tenor literario o social de una eventual impregnación de coloraciones cristianas:
§ «Inuenerunt et insuper oratorium unum seu templum . in quo penitus nulla erat pictura nec aliud adornatum . praeter statuam unam ex lapide sculptam imaginem hominis habentem manuque pilam tenentem nudam femoralibus palmeis more suo obscena tegentem» [Recco (1341) > Boccaccio ca. 1342: 123v].
El fragmento dice:
«Encontraron además un oratorio o templo, en el cual no había en absoluto ninguna pintura ni otro adorno, excepto una sola estatua esculpida en piedra, que tiene la imagen de un hombre que sostiene una bola desnuda en la mano, y con las vergüenzas cubiertas, según su costumbre, por unas calzas de palma». Cf. Padoan (1992-93: 137-138).
Que esa idea figure por igual en las versiones masculina y femenina (Chaxiraxi), sólo abonaría la tesis del carácter primordial de la esencia divina, cuyo despliegue dual cedería más a requerimientos socioculturales que a su propio desenvolvimiento espiritual en este plano dialéctico.
Pero, de hecho, tampoco se puede decir que esa noción constituya una originalidad insular, pues alienta de forma explícita en las hablas nigerianas y malíes del ámbito tuareg (tan emparentadas con las isleñas): [L] Ilâ-Taxlǝk, lit. ‘El que posee la Creación’.